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𝟎𝟏|    my better half has bitten me














EL DESPERTADOR SONÓ EN LA MESITA DE NOCHE situado al lado de la cama mientras estiraba una de sus manos fuera de la sábana para apagarlo con algo de impaciencia. El frío erizo los vellos de su brazo mientras volvía a esconderlo dentro de la cama y soltaba un gruñido de molestia juntando las suficientes ganas como para salir de la cama; estaba demasiado helado como para salir del micro-ambiente que había formado entre ella y su edredón.

Al sentarse, sus ojos azules escanearon la pequeña habitación que ahora catalogaba cómo suya aún sintiéndose una extraña en un lugar tan nuevo. Las paredes estaban pintadas de rosa pálido y las cajas seguían amontonadas una encima de la otra cerca de la ventana sin haber querido sacar nada desde que habían llegado la tarde del viernes. Alina, en un intento de hacerla sentir mejor, había colgado un póster de la portada de un disco de Hole en medio de la pared que amenazaba por despegarse en cualquier momento, era agarrado por un pedazo de cinta adhesiva ya a medio morir y estaba a punto de perderse entre medio del desorden, sin embargo, mientras analizaba la portada y a Courtney Love en la foto, realizó que iba a escuchar «Live Through This » los quince minutos de viaje que tardaba desde la casa al campus habiendo estudiado el camino de antes.

Estaba acostumbrada a levantarse con los rayos de sol golpeándole en la cara, sin embargo para cuando abrió las cortinas blancas de su nueva habitación, lo único que la recibió fueron las nubes de lluvia que se alzaban sobre el cielo y terminaban de llevarse por completo la nieve que había desde antes de su llegada, como si el mundo no las hubiera querido ahí.

Tuvo que ponerse un suéter debido al frío que pareció traspasar su ventanal mientras se mentalizaba para meterse a la ducha, envidiaba a su hermana por poder dormir hasta tarde al haber elegido un horario que comenzaba recién a las once del día. Había tenido la idea de poder conseguir un trabajo que se acomodara sin problema a las clases para poder costear sus gastos y así sentirse un poco más independiente de lo que no era; a pesar de que ahora le parecía una idea estúpida y ya no quería hacer nada al imaginar lo helado que debía ser volver a casa a las nueve y media de la noche. Comprar un poco de hierba no era tan necesario en realidad ahora que lo consideraba.

Se entretuvo sin embargo, en las partes buenas que podía sacar de todos esos pensamientos: en la positividad de Alaska siendo un estado donde la marihuana recreativa era legal —aun que lo suyo fuera un poco más medicinal—, en la belleza de la noche que la había hecho mirar por su ventana todo el fin de semana con la esperanza ilusa de ver una aurora boreal o algo por el estilo, y la cantidad insana de café que estaba tomando desde que llegó para mantener su temperatura corporal más arriba que la de un cuerpo en la morgue.





"¿Ya te vas?" Alina recién se levantaba para cuando ella ya acababa de desayunar colgándose la mochila al hombro, había secado su cabello durante casi veinte minutos queriendo que realmente estuviera seco para no resfriarse, posiblemente despertándola en el proceso "Tomar el autobús debe ser un gran suplicio"

"Debiste tomar clases en un horario parecido al mío, yo te lo dije" le guiño el ojo antes de salir apurando el paso como si ella misma estuviera a gusto de comenzar el día a las ocho y media de la mañana en un lugar que no conocía "Avísame si tienes alguna hora libre en algún momento del día para ver si coincidimos" — "Voy tarde, nos vemos luego"

No le dio tiempo de protestar cuando cerraba la puerta y sonreía en una victoria que se sintió mucho mejor de lo que esperaba mientras se subía al auto prendiendo la calefacción casi de inmediato. Tal vez nunca iba a acostumbrarse al clima, pero no lo hubiera cambiado por todo el calor del mundo al poder ver la cara de su hermana cada vez que ella le ganaba en algo. Satisfacción poderosa.


Tal como se lo había propuesto, en la radio el eléctrico y violento sonido de las guitarras en un rasgueo intenso llenaba los espacios que antes sentía vacíos mientras movía la cabeza al ritmo de los sonidos tapando el nerviosismo que se juntaba en su interior a lo que el paisaje se perdía en la perspectiva tras la ventana cerrada. El verde de Fairbanks parecía extenderse a donde fuera que mirara, y entre la pesada voz de Courtney Love la nostalgia la volvió a invadir siendo lo único que conocía en esos días.

No pudo evitar pensar en sus amigas, en el hecho que Fruit Punch ahora iba a apestar por la falta de una baterista de ritmo decente, incluso se lamentó del hecho que no hubieran hablado de que rayos iba a pasar con la banda de punk rock que tenían ahora que ella no iba a estar. Trató de no ofenderse al creer que podrían cambiarla; había ciertas cosas que era mejor no pensar tanto por que terminaba jugándote en contra para deprimirte más.

No es que fueran una banda genial en realidad. Tocaban en el garaje de la casa de su madre en California durante los fines de semana y se presentaron en un par de competencias en House of Blues de talento estudiantil, pensaban hacerlo más serio ahora que entraban en la universidad, sin embargo no se concretó por motivos obvios. Le gustaba creer que de apoco iban creciendo, mejorando hasta hacer algo sólido.

Alina tenía unas canciones descargadas en su teléfono y se las sabía de memoria, eso era una buena señal ¿No? Le había asegurado por su vida que no lo hacía por que era su hermana y en serio le gustaba bastante, de forma objetiva no sentimental.

Obvio que debería molestarse sí la cambiaban, ella fue la fundadora de la banda. Gracias a ella existía Fruit Punch en primera instancia, ella era el pegamento de la amistad.

Tenía que agregar a la banda a la lista de cosas buenas que había tenido que dejar cuando se fue de Sacramento. La ponía de mal humor creer que la banda no iba a avanzar siendo nada mas que un recuerdo triste.






La belleza de la Universidad de Fairbanks no fue suficiente como para hacerla pensar en otra cosa. La forma en que el paisaje se mezclaba con la modernidad de la edificación era algo placentero de ver a simple vista, el blanco de los edificios bien preservados se fundía con los distintos tonos de verde que aportaba el frondoso bosque a su alrededor volviéndose algo que parecía una postal de tienda comercial. A pesar de la rabia, entendía por qué su hermana había preferido un lugar así.

Puso mala cara mientras se estacionaba y apoyaba la cabeza sobre el manubrio ya rendida sin haber pasado mas de media hora. Se había vuelto casi algo personal el tema de sobrevivir sin quejarse una hora y necesitaba proponérselo como una meta seria.

Fruit Punch siempre iba a ser una básica banda de la escuela. Mierda.

Usualmente habían mejores tiempos para ella que ese en específico.




Su chaqueta roja la protegió del frío mientras bajaba del auto y escondía su rostro del viento leyendo su horario impreso y arrugado que había dejado al fondo de su mochila, buscó los audífonos en su bolsillo, y resistió la tentación de encender un cigarrillo al estar esforzándose para dejarlo. La música de los auriculares pareció mezclarse con lo demás mientras apuraba el paso sin querer admitir que estaba perdida, seguía su instinto común para llegar a una sala que en su vida había visto al no ser muy fanática de pedir ayuda, se las trató de arreglar con el mapa del campus que no entendía aun que lo mirara de veinte puntos de vista distintos.

El suelo de baldosas blancas contrastaba contra sus botas negras a lo que estudiaba los detalles del lugar que la rodeaba: las caras nuevas y los colores saturados que hacían la estética del lugar uno agradable de estar entre escaleras grandes y calefacción que mantenia todo lugar tibio; jamás en su vida habia apreciado tanto el aire acondicionado como en ese momento incluso por sobre las esculturas que decoraban el camino al aire libre, denominándolo como uno eterno entre los edificios.

"Disculpa, ¿Sabes si aquí es Introducción a la Psicología?" le preguntó a una chica frente al salón al cabo de quince minutos, había estado muy ocupada en aprenderse el camino hacia la clase que no tuvo tiempo de notar lo realmente bonita que era: su cabello color bronce caía en largos rulos por sobre sus hombros y parecía tener tonos rojizos mezclados con el café claro que no necesitaban del sol para salir a flote pues ella misma parecía brillar por su propia cuenta sin ayuda de terceros. Su piel era pálida y sin embargo sus labios tenían el más bonito color rosa siendo de un tamaño perfecto, sus pómulos marcados acentuaban más sus facciones dignas de una modelo mientras sus ojos café chocolate la miraban con amabilidad mostrándole una sonrisa de hoyuelos bien marcados, tenía los dientes tan blancos que le hizo pensar que tenía que lavárselos de nuevo por haber tomado café hace poco.

"Aquí es" respondió para su tranquilidad, y su tono de voz parecía ser igual de suave que ella hablándole por lo bajo "¿Eres nueva? No te había visto antes"

"Llegué hace unos días con mi hermana, venimos de Sacramento"

"California" respondió la chica, su perfil parecía ser incluso más perfecto al momento de mirar a los demás, su nariz recta surcaba en la mitad de su rostro, y las lineas de su quijada eran bastante marcadas mostrando un camino de lunares desde su cuello esparciéndose por sus mejillas "Nunca he estado ahí, he escuchado que es bastante soleado"

"Lo es, un poco distinto a Alaska" concordó "Soy Sophia Bliss"— "Mis amigos me dicen Bliss, puedes decirme así si quieres"

"Renesmee Cullen" se presentó, y se mordió la lengua para no mencionar de inmediato la genialidad de su nombre. Imaginó que sus padres debían haber estado indecisos a la hora de nombrarla y debieron combinar opciones en algo extraño que se las arreglaba para sonar bien luego de repetirlo varias veces "Puedes decirme como quieras en realidad, mi nombre es un poco raro"

"Un poco, pero original" apuntó  "Hay por lo menos cinco millones de Sophia's en el mundo, sin incluir variaciones — Renesmee debe haber solo una"

El sonido armonioso de su risa se perdió en el ambiente mientras apartaba los rulos de su rostro con un simple movimiento de mano que fue a su vez totalmente agraciado; estaba en completo control de ella misma como si hubiera operado desde otro mundo.

"¿Te sientas conmigo?" le preguntó, y casi lloró en agradecimiento a pesar de que en el fondo pudiera ser algo infantil. Había considerado que no iba a conocer jamás a nadie para quedarse sola toda su estancia en Alaska, a pesar de no ser una persona a la que le costara socializar, creyó que sería la soledad como Dios en su máximo esplendor "Si quieres claro"

"Dios, sí. Me estas salvando de situaciones incómodas"

"Lo suponía" pareció orgullosa de si misma, "Yo tampoco soy de aquí" — "Vine con mi familia desde Forks, en Washington"

"¿Hace cuánto llegaste?"

"Hace unos cuantos meses en verdad," le contó antes de que los demás alumnos que esperaban afuera comenzaran a entrar al salón "Me gradué el año pasado, vengo con mis hermanos"

"Eso es genial" caminó a su lado al entrar al salón, los largos asientos tallados de madera se acomodaban uno al lado del otro dejando que al menos diez alumnos pudieran sentarse con suficiente espacio entre cada uno como para estar bastante cómodos. La escasa luz del día dejaba que el salón ovalado se iluminara sin necesidad de prender alguna luz, y podía ver el paisaje por el amplio ventanal a la derecha; el mismo bosque mojado por la lluvia "Estamos atrapadas juntas al parecer"

"¿No te gusta estar aquí?" preguntó mientras tomaban asiento, al igual que su padre, Renesmee había adquirido la misma latente curiosidad por saber sobre el resto de la gente que le llamaba la atención, le parecía sumamente interesante llegar a comprender la mente humana que parecía ser tan distinta a lo que ella estaba acostumbrada "No pareces muy feliz"

"Uh, no realmente" de un minuto a otro las preguntas se habían tornado personales y no quería parecerle grosera sin querer entrar en mucho detalle  "No me gusta mucho el frío"

"¿Entonces para qué aplicaste a una Universidad en Alaska?" inquirió "Lo siento si es que parezco muy preguntona, no he hablado con mucha gente en estos meses más que mi familia y ya socializar me parece algo intenso"

"No pasa nada" la tranquilizó mientras los demás se sentaban, el profesor Viggo aún no llegaba, sin embargo ya la mayoría había tomado el lugar que quería en la sala "Mi madre no podía costear que fuéramos a Universidades distintas y accedí a irme con mi hermana, eso y me dieron una Beca"

"¿Tu hermana estudia en esta universidad también?"

"Sí, tal vez algún día pueda presentártela, se ve mucho más amistosa que yo" dijo "Estudia Diseño, dibuja y todas esas cosas"

"Mis hermanos estudian aquí también" — "Hermanos adoptivos" le contó mientras le dedicaba su completa atención "Somos muchos, como un ejército"

¿Sus padres eran una especie de Angelina Jolie y Brad Pitt en su mejor momento? Los mentalizó como dioses griegos creyendo que la belleza de Renesmee debía ser compartida por el resto de la familia a pesar de que fueran adoptados. Habían ciertas familias que simplemente tenían una genética superior a la del resto de los mortales por que sí. La familia de ella parecía ser una de esas bendecidas físicamente.

"Tal vez puedas verlos a la hora del almuerzo" le dijo, y casi pudo sentir que ya eran amigas a pesar de haber compartido poco menos de una hora "Son un poco antisociales sí,"

"¿Tienes clases luego?" su mirada se dirigió a la puerta de entrada para notar como apurado, el que debía ser el profesor Viggo bajaba las escaleras; un hombre en sus treinta años que peinaba su cabello negro hacía atrás y vestía formal "Por motivos netamente profesionales, creo que deberíamos comparar nuestros horarios para ver si compartimos más clases"

"Me parece una buenísima idea" la vio sacar de su bolso café una hoja impresa mucho mejor preservada que la suya mientras ponía a su lado la de ella, su recién declarada amiga se apoyó sobre la mesa para leer por encima "Parecen bastantes, creo que voy a marcarte las clases que compartimos ¿Te parece?" con un bolígrafo en la mano tomó ambas hojas para comenzar a marcar en el papel todo en lo que coincidían con confianza "No puede ser, ¡Tomaste la clase de Cerebro y Comportamiento en el mismo horario que yo!"


"Mi nombre es John Viggo" la voz masculina del profesor interrumpió su charla para mirar hacia delante, la sala había sido construida para hablar sin hacer mucho esfuerzo siendo escuchado en todos lados por igual "Les doy la bienvenida a la Universidad como estudiantes de primer año y a Introducción a la Psicología, seré su profesor durante el semestre. Se que esto puede parecer algo tedioso y típico, pero quiero que digan su nombre, edad, y por que decidieron entrar a estudiar Psicología; antes de cualquier cosa me gustaría conocerlos y saber quienes son" — "Comienza tú, por favor" una chica de lentes se sonrojó ante la repentina atención que ahora recibía, sin embargo comenzó a hablar al cabo de unos segundos.





"Compartes Historia de EEUU con mi hermano Jasper los jueves" le dijo antes de tenderle de vuelta su horario, la mayoría de las clases que compartía con su nueva amiga habían sido marcadas con una estrella de color rosa a excepción de una sola "La marqué con una carita triste en azul por que no estas conmigo, y te vas a dar cuenta que soy mucho mejor que él"

"No alcancé a inscribirme a esa clase con el resto de la carrera" murmuró apoyando la mejilla sobre su mano, contándole del problema que había significado inscribirte desde otro estado "Me enviaron un correo diciendo que para el horario que tenía solo coincidía con la gente que estudiaba Historia — estaré abandonada en una clase de gente inteligente"

"Le diré a mi hermano que te hable" aseguró "Así no te sientes tan sola"

"No le digas que vergüenza" — "Me va a hablar por obligación"

"No es así, le diré que te hable solamente si quiere "

"No sé en que lo cambia eso" la miró con mala cara mientras una tal Harper se presentaba diciendo que soñaba con poder ayudar a niños con traumas psicológicos de escasos recursos "Aún así puede sentir presión para hablarme"

Una risa de diversión escapó de los labios de la chica, y tuvo que cubrir su boca con una mano para no meter tanto ruido: si tan solo lo supiera.

"Jasper no siente presión" murmuró más bajo, varios alumnos las miraban molestos al notar que no dejaban de hablar entre ellas en un tono que se alcanzaba a escuchar  "No te preocupes, si quiere hablarte va a hacerlo"

"Dijiste que viniste con tu familia" cambió de tema curiosa, "¿Cuántos hermanos tienes?"

"Bueno, contándome somos 7" murmuró "Esta Rosalie, Emmett, Alice, Bella, Edward, yo" enumeró como si hubiera tenido alguna idea de que era lo que estaba hablando, lanzando nombres al aire "Y Jasper"

"¿Tu familia no quiere adoptarme? Estoy en busca de un padre caritativo que pueda costear mis estudios en otro lugar" — "8 es mejor que 7, un número par"

"Puedo preguntarles, tal vez sí" repuso siguiéndole el juego "Nos considero bastante amables"

"Cuéntame" se iba a preparar para más rondas de preguntas de conocimiento básico lista para saber más de la nueva extraña conocida de su vida, partiendo por lo más importante antes que nada: "Sinceramente, ¿Prefieres Rene o Esme?"


"Las chicas de atrás" dejaron de hablar inmediatamente cuando Viggo las apuntó desde el centro del salón y pudo experimentar de apoco la pena que hizo su rostro tornarse de color rojo con la sangre subiéndole a las mejillas "Ya que tienen tantas ganas de conversar, ¿Por qué no se presentan primero? A ver si así pueden mantenerse en silencio escuchando a los demás —"

Miró a su nueva amiga en silencio mientras maldecía por lo bajo, lo último que necesitaba era que el profesor más importante del semestre creyera que lo único que hacía era ser una cotilla.

"Lo siento profesor, mi nombre es Renesmee Cullen" se presentó "Tengo 19 y elegí Psicología por que creo que la mente humana es algo bastante extenso y difícil de entender" — "Es interesante como podemos llegar a entender a la gente mediante estudios y me gustaría saber más sobre eso"

Fue una buena respuesta, y quizo felicitarla ya que gracias a ella no habían quedado tan en ridículo como las habían intentado dejar.

"Espero que ponga la misma atención que puso en su compañera en esta clase, Señorita Cullen" pensó en esconderse debajo del asiento para morir ahí con el paso de los años "Lo mismo va para usted —"

"Sophia, señor" respondió "Bliss"

"Lo mismo para usted, Sophia"

Mientras su ceño se fruncía, el semblante de Renesmee se mantuvo con la misma cálida sonrisa que antes le había ofrecido sin avergonzarse de lo recién sucedido. En realidad, no tuvo efecto negativo en la confianza que proyectaba de sí misma, y de hecho parecía emocionada de haber compartido su respuesta con el resto de la clase como si no pudiera esperar para conocer al resto de las personas que las rodeaban.



"Creo que prefiero Rene" le admitió luego de un rato cuando la atención ya no estaba en ellas dos para volver al mismo semblante concentrado que antes tenía, aguantando la risa que le produjo la situación.




¿Era muy pronto declarar a Renesmee Cullen cómo su primera amiga y posible amor platónico del año? Tal vez podía iniciar una nueva banda con ella, le iba a preguntar más tarde.







me emociona mucho esto im-
aaa voy a poner a chillar en rumano

gracias por leerme, no se olviden de votar y darme amor.
tkm mucho, se me cuidan xfis

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